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viernes, 27 de julio de 2012

CAPITULO 10.


Después de hablar con él abrí mi armario para ver que me podía poner esa tarde. Cada vez que sacaba una percha me gustaba menos, hasta que saqué la última. Un vestido de la primavera de ese año, compuesto por una básica roja y una falda de flores en tonos cálidos. Ya no me acordaba de que le tenía, asi que me le puse con un bolso blanco y unas sandalias de cuña que se las cogí prestadas a mi madre, de color blanco también.
Me lo quité para ir a comer, estaba un poco nerviosa porque acababa de llegar mi padre.
-Hola papá. –Le fui a dar un beso, como siempre.
+Hola. Que sepas que tenemos que hablar, estoy muy enfadado con lo de ayer.
-De eso quería hablarte cariño... –Le dijo mi madre. –Sal un momento Laura.
Salí, y cerraron la puerta. Aún así podía escuchar lo que dijeran asi que pegué la oreja a la puerta.
-Laura tiene novio...
+¿Cómo?
-Me ha dicho que no hará ninguna tontería, además es Sergio, yo creo que es buen chico y si no la dejamos salir él también la echará de menos entonces he pensado que no nos debemos preocupar.
+Pues no estaría tan seguro, a esta edad todo les parece normal.
-Bueno, vamos a dejarla y así verá que confiamos en ella.
+Vale, pero como no cumpla lo que ha dicho las cosas van a cambiar mucho.
-Muy bien.
Me gritaron diciendo que ya podía entrar, y me lo explicaron, aunque ya lo hubiera escuchado todo. Me parecía bien que hicieran eso asi que comí tranquila.
Fui a buscar a Sergio a la hora en la que habíamos quedado, estaba un poco nublado pero hacía bastante calor.
Me llevó a una parada de autobús un poco lejana y esperamos bastante hasta que llegara. Nos montamos en el asiento de atrás del todo, no había mucha gente. Cogió un pañuelo para vendarme los ojos ¡qué vergüenza tenía! Y después me dio la mano para que no me asustara.
Al cabo de un rato el autobús empezó a dar tumbos y a moverse mucho. Sergio me abrazó.
Pasó bastante tiempo hasta que paró por ultima vez. Me llevó a la salida y me dijo que tenía que saltar, lo hice, me volvió a coger la mano y empezamos a andar. Escuché muchos pájaros y el ruido del agua caer.
-Ya está. –Me quitó el pañuelo.
Miré a todas partes y era precioso, era un parque natural que estaba a las afueras de la ciudad en el que sólo había estado de pequeña y en alguna excursión, pero esa parte no la conocía. A un lado se veía toda la ciudad y al otro estaban todos los árboles y una escalerita que bajaba a una plaza en la que había bancos y se veía una gran cascada maravillosa. Vi una ardilla que subía a un árbol y muchos patos en el estanque de abajo. Me encantó.
+Dios mio... Esto es precioso cariño.
-Pues como tú.
Me puse un poco roja y le besé para que no se me notara.
-Ya verás cuando anochezca y se vea toda la ciudad iluminada. La cascada además por la noche tiene unas luces de colores muy bonitas. Tengo comida y bebida en la mochila asi que no te preocupes. –Sonrió.
Cada minuto que pasaba le quería aún más.

2 comentarios:

  1. buf, me encanta la novela, cada capitulo me gusta mas :)

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  2. me encanta,enserio, eres genial:D

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