Seguidores

lunes, 14 de mayo de 2012

CAPITULO 6.


Y ahí fue la primera vez que sentí sus labios, húmedos y fríos por el helado de fresa que había pedido, pero me encantaban. Me desvanecí por completo, estaba en un sueño, en un sueño... que sólo existíamos él y yo.
Al terminar le miré a los ojos, hipnotizantes. Y me sonrió.
Seguimos a lo nuestro, en aquella heladería, con música de fondo. Sonaba ‘’Whithout you’’ , de David Guetta y Usher.
Al terminar el helado salimos a dar un paseo. Ya hacía bastante fresco, y corría el aire, me rozaba la cara con bastante fuerza y que decir de lo despeinada que estaba...
Pasamos alrededor de un estanque precioso, donde de pequeña tiraba pan a los patos. 
-¿Tienes frío verdad? -Me preguntó.
+Bueno... la verdad es que sí. -Le contesté tiritando.
-Si quieres te dejo mi sudadera. 
+¡No! No hace falta, si quieres podemos ir a ese portal de ahí, que igual está un poco más resguardado. 
-Como quieras. -Me sonrió.
Fuimos al más cercano que teníamos, nos sentamos, yo estaba pegada a la pared y él al lado mío. 
Todavía notaba el aire, y cada vez más frío.
Pero se juntó más a mi y me abrazó. Estuvimos así bastante tiempo, hubo algún beso de por medio. Hasta que se abrió la puerta y apareció una señora bastante mayor y con cara de pocos amigos.
-¿No tenéis casa o qué? -Nos preguntó.
+Pues... sí, pero hemos venido aquí porque estaba haciendo frío. -Le contestó Sergio.
-¡Esto es un portal! Y jóvenes de vuestra edad ya han causado bastantes problemas en él así que ¡fuera! 
+¡Pero si nosotros no hemos hecho nada! -Le contesté.
-¡Me da igual! ¡Que os vayáis he dicho! -Cada vez se estaba poniendo más histérica.
+Bueno señora, cálmese.
-¡A mi nadie me llama señora! ¡Soy una señorita! -Empezó a gritar y se puso a llorar.
Miré a Sergio, porque me parecía muy raro, y pensé que podía tener un problema en la cabeza. Se le escapó una risilla, y justo después escuchamos la sirena de la policía y unas luces rojas y azules. 
Él me miró, y como no quería ningún problema me cogió de la mano y empezamos a correr. 
Yo asustada miraba atrás como los policías empezaron a gritar que volviéramos, pero cada vez les veía más lejos.
Fue una experiencia emocionante, pero a la vez tenía miedo y me sentía un poco mal por lo de la señora. Pero estaba ahí, junto a él, con nuestras manos entrelazadas.
Después de bastante tiempo paramos, y él, jadeante, me besó.
-¿Estás bien? -Me preguntó.
+Claro que sí. A tu lado siempre estoy bien. -Sonreí.
Ya era tarde y me acompañó hasta casa. Olía a cena desde la acera de enfrente, y después de soltar tanta adrenalina tenía mucha hambre. Así que me despedí de él.
-Bueno, por lo que se ve tengo tortilla de patata. Mi madre las hace genial. -Se empezó a reír. 
+Ten cuidado de que no se te aparezca la señora de antes esta noche en tu habitación, porque era bastante extraña. 
-Qué bobo eres... -Le abracé.
+Laura...
-¿Qué?
+Te quiero.




2 comentarios: